Te comparto mis experiencias
¿Se puede ser feliz padeciendo dolor crónico?
¿Se puede ser feliz padeciendo dolor crónico?
Hoy no les voy a contar de técnicas, de experiencias con nuevos materiales, ni de cuando empezaré una nueva obra.
Hoy abro un poco más la puerta de mi vida para contarles qué me está pasando por estos días.
Muchos de ustedes me conocen, otros se sumaron hace poco a esta comunidad, así que brevemente les cuento que sufro de dolor crónico desde que tengo 20 años (ahora tengo 48), tengo distintos diagnósticos (según qué neurólogo me haya atendido): fibromialgia, cansancio crónico, migrañas.
En fin… el nombre a esta altura no me interesa, básicamente tengo dolor en los músculos y cuando el dolor se transforma en migrañas se torna inhabilitante. Desde el miércoles 13 de abril estoy atravesando una crisis migrañosa, y recién hoy parece que está cediendo (al día de hoy llevo 9 días de dolor continuo).
Puedo tener períodos buenos, de episodios más espaciados, o puede ocurrir esto.
A pesar de eso soy feliz, qué loco, no? No soy feliz porque tengo dolor, soy feliz porque hago lo que me gusta, porque aprendí a no dar explicaciones cuando no me siento bien, porque puedo decir SI y también estoy aprendiendo a decir HOY NO PUEDO.
Soy feliz porque decidí que el dolor no me defina, está y no lo niego, pero yo no soy dolor. Soy feliz porque mi familia me ama y tampoco soy un dolor caminando para ellos.
Soy feliz porque nunca dejé de buscar alivio a esto, nunca me quedé en una cama llorando y lamentándome de mi situación. Hice todo lo que se les pueda ocurrir desde la medicina alopática hasta las técnicas alternativas. He sido estafada por varios chantas, médicos incluidos, pero jamás dejé de buscar.
Soy feliz porque he logrado aceptar lo que me pasa, y no me peleo más con el dolor. Y aceptarlo no significa rendirme, sino que sé que hay días que puedo hacer un montón de cosas y hay otros que no existo, y así debe ser.
Es crónico, no lo puedo hacer desaparecer del todo, trabajo mucho en prevenirlo, soy impecable con todas mis consultas médicas, hago todo lo que depende de mí.
Conclusión: Puedo ser feliz conviviendo con el dolor crónico, porque trabajo mucho para ello, he realizados cambios radicales en mi vida (no de golpe, de a poco), y puede ser que mi cara me delate cuando tengo dolor, pero sólo significa eso: hoy me duele y punto. Cuando pasa el dolor, si bien quedo bastante cansada, mi ánimo sigue siendo el mismo, y vuelve la Julieta inquieta, la que no puede dejar de pensar qué cosas nuevas hacer, la que se mete en todos los proyectos que le ofrecen…
Y si estoy contando esto es porque sé que hay muchas personas que también lo sufren, y en muchos casos caen en depresión. Y si a alguien les llegan mis palabras, y logro darles ánimo para enfrentar lo que les pasa, aceptarlo y actuar me sentiría más que satisfecha. Y te pido un favor: no hay soluciones mágicas, no te dejes engañar, acudí a profesionales de la salud.
Se puede ser feliz, se puede tener una vida plena, se puede tener amigos, se puede tener una familia…. solo si se enfrenta la situación, se acepta, y se trata debidamente.
Juli
Claro que es bueno soñar eso y mi fe es lo que me levanta cdo caigo y como vos padezco lo mismo desde los 30 (tengo 57) tengo gustos parecidos y desde los 3 años hago de todo con mis manos artesanalmente no dibujo de chica copiaba lo demás hago todo pinto tejo bordo coso pero nunca tuve apoyo ni comprensión de parte de nadie pero lo mismo sigo en la lucha y trato que no me comprendo cdo no existo por las crisis me encantó leerte y me gustaría conocerte
Hola Silvia. Lamento que nos conozcamos por este motivo, pero las cosas siempre pasan por algo. Me alegra que te aferres a tu fe, y que tengas sueños y proyectos. Trabajar con nuestras manos es mágico, da mucho placer,no? Y el placer es algo que, para los que sufrimos esto, nos hace mucho bien.
Cuando quieras te espero por mi taller. Te deseo que tengas un lindo fin de semana. Juli
Que gran persona conoci
de casualidad en mi busqueda de ocupar mi cabeza y tratar de salir de mi angustia. Sos admirable. Desde el Sanatorio con mi marido internado te envio un beso y seguramente volveremos a encontrarnos.
Hola Liliana, perdón la demora en responderte, el sistema no me avisó que tenía esta notificación.
Me contas que estas en el sanatorio con tu marido… cómo sigue ese tema?
Y también que estas atravesando un momento de angustia. Lo siento mucho, conozco esa emoción y es incómoda, desagradable y poco comprensible por las personas que nos rodean (no por todas, la generalizaciones no son justas).
Si tenes ganas de seguir charlando, o sumarte a esta comunidad, te invito a que lo hagas. Cada quince días envío una news letter (un correo) en el que les cuento cosas que pasan en mi vida creativa, o les propongo que hagamos alguna actividad juntas, en fin; la idea es estar en contacto y compartir la vida.
Nuevamente perdón por la demora, y deseo de todo corazón que todo esté mejor, y si no es así, aquí tienes alguien con quien puedes compartir tus emociones y sentimientos, sin ser juzgada.
Un abrazo, Juli
Gracias por tu comentario
🙂